Comienza por templar el agua ligeramente en el microondas. Asegúrate de que no queme, solo la queremos templar.
Vierte la harina en la superficie de trabajo y haz un volcán en el centro. Si no quieres manchar mucho también puedes utilizar un recipiente amplio.
En ese volcán coloca el resto de ingredientes: el agua templada, el aceite de oliva, el huevo, la manteca, la sal y la levadura fresca desmenuzada.
Con ayuda de un tenedor o de tu mano ve removiendo poco a poco los ingredientes de dentro hacia afuera del volcán hasta que se vayan integrando. Amasa todo bien durante unos 10 minutos hasta que la masa de la empanada tenga una consistencia manejable, lisa y uniforme.
Bolea la masa, es decir, forma una bola con ella y ponla en un recipiente. Embadurna ligeramente su superficie con un poco de aceite de oliva para evitar que se forme una costra y cúbrela con un trapo de cocina limpio.
Deja fermentar la masa durante 1 hora en una zona templada de la casa y libre de corrientes de aire. Si la temperatura ambiente es fría, probablemente tarde un poco más en fermentar. Sabrás que está lista cuando haya doblado su volumen.
Para que la masa pierda el gas acumulado en su interior, dale un pequeño amasado.
Divídela en dos partes, una ligeramente más grande que la otra, y vuelve a bolearlas. Déjalas reposar 5 minutos más.
Estira la masa con la ayuda de un rodillo hasta dejarla bien fina. Para evitar añadir más harina a la masa y que se reseque en exceso, estírala entre dos hojas de papel de horno. Este truco, además, te ayudará a la hora de montar la empanada pues podrás trasladar las láminas con mucha facilidad. corta la masa en la forma que necesites y extiende el relleno, la cerramos Sellando los bordes con la ayuda de tus dedos. Para ello pellizca un trocito del borde de la empanada y retuércelo hacia dentro. Ve realizando este gesto a lo largo de todo el perímetro.
Pinta con huevo batido la superficie de la empanada para que durante el horneado adquiera un apetecible tono dorado.
Finalmente, hornea la empanada gallega a 180 ºC durante unos 45 minutos o hasta que la veas dorada. Este tiempo es aproximado y dependerá de la potencia del horno. Recuerda que este deberá estar precalentado cuando metas la empanada.
Brutal!