Calentamos el aceite de oliva en una cazuela grande, añade la cebolla, el puerro y los dientes de ajo, una pizca de sal y deja sofreírlos hasta que se ablanden. Luego incorporamos el resto de ingredientes cortados a trozos pequeños, la zanahoria, el nabo y la remolacha, deja cocer 2 o 3 minutos más.
Agregamos el caldo vegetal y dejamos cocer durante unos 20 minutos o hasta que las verduras estén blandas. Ajusta de sal y añade la pimienta al gusto y triturar todos los ingredientes en una batidora y servirlo en boles individuales.
No te olvides del yogur, añade una cucharada en cada uno de ellos, justo antes de servir. El contraste dulce de la remolacha con la acidez del yogur queda fantástico.
Y recordar que la remolacha apoya la función hepática, mejoran la circulación y purifican la sangre. En muchos países al ser un alimento tan nutritivo lo usan para las convalecencias, para combatir la fatiga y reforzar la inmunidad.
Brutal!