Los carquinyolis se hacen habitualmente con almendras sin pelar puestas en remojo durante unos 20 a 30 minutos.
Mezclar todos los ingredientes en un bol -menos un huevo- hasta que la masa resultante no se pegue demasiado. Añadir las almendras escurridas y mezclar ligeramente para que queden bien repartidas en la masa. Precalentar el horno a 180º
Extender la mezcla en una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado o con un silpat formando una especie de barra de pan de unos 5 cm de ancho. Barnizar con el otro huevo batido y hornear. Al hornearse, la masa subirá y se ensanchará un poco.
Tras 15 minutos de horneado, la barra tendrá un aspecto de pan tostado. Sacar la barra del horno y cortarla en rebanadas de un cm y medio de ancho aproximadamente y volver a hornearlas colocando las rebanadas tumbadas sobre la bandeja hasta que los carquinyolis queden secos.
Brutal!
Los carquinyolis son una especie de biscotes duros con almendras, muy habituales en la provincia de Girona y el resto de Cataluña. Tienen un parecido con los biscotti amargos italianos y lo habitual es hacerlos y guardarlos para cuando apetecen porque duran unos cuantos días en perfecto estado