Empezamos por pelar y laminar los ajos. Cortamos el bacalao en porciones de unos 180g.
Ponemos un fondo generoso de aceite al fuego y añadimos el ajo laminado y el bacalao con la piel hacia abajo. Lo ponemos todo a la vez porque el bacalao se va a hacer en el tiempo de dorarse los ajos.
Hay que tenerlo a fuego medio-bajo un par de minutos para que se vayan confitando lentamente. Damos la vuelta al bacalao por un minuto más y lo retiramos.
Si los ajos ya están dorados añadimos el vinagre y dejamos que humee un poco. Y si necesitan algo más de tiempo movemos la cazuela en vaivén hasta que cojan color y después añadimos el pimentón y el vinagre.
Si quieres que pique puedes poner la guindilla desde el principio, y si solo quieres un toque picante añádela junto con el vinagre a última hora.